lunes, 19 de noviembre de 2012

LA SALVACIÓN DEL OVIEDO


Ayer todos los periódicos de Asturias, y también de España y parte del extranjero, incluían en sus cabeceras de deportes la gozosa noticia: “Carlos Slim, nuevo propietario del Oviedo”. En todos se narraba después, con mas o menos detalle, la extraña historia de amor entre el hombre más rico del mundo y un histórico club, ahora venido a menos, del fútbol español. Contaban como una llamada en plan de broma de un periodista había calado en uno de los lugartenientes del magnate, como habían estudiado las cuentas, como habían asistido, supongo, asombrados a la respuesta de la afición de la ciudad y también de aficionados al fútbol (o no) de todo el mundo, y como el Ayuntamiento daba su apoyo sin fisuras al Consejo de Administración para que negociara con la discreción necesaria.

El resultado lo sabemos todos: una sociedad que iba a entrar en causa de disolución recibió dos millones de euros por suscripción de acciones por parte de particulares y pequeños accionistas, y otros dos que salieron del bolsillo del mexicano, consiguiendo, en dos semanas auténticamente mágicas, la salvación económica del club y un aumento exponencial de su popularidad, tanto en España como en el extranjero. Final feliz, por fin, para el Oviedín, después de once largos años de despropósitos. Alucinante la respuesta de los seguidores de un club de Segunda B que consiguió llamar la atención del número uno de Forbes.

Pero yo me imagino algún final más feliz aún. Algo más propio para estos tiempos que corren. Por ejemplo, imaginar que el club, ante la masiva respuesta de los aficionados, y ante la pavorosa realidad social que se vive en estos momentos, hubiese hecho un llamamiento a la afición para que esas aportaciones se destinasen a evitar los desahucios en marcha en la ciudad. O el cierre de negocios. Puede que muchos despidos. Con dos millones igual resuelves treinta, cuarenta, cincuenta casos desesperados. Y, ante la respuesta positiva, o la amenaza de retirar sus depósitos, de la gente, los bancos aplicaran una moratoria provisional a la espera de recibir el dinero. Y que, el Ayuntamiento, sensibilizado, apoyase esta causa, paralizando los trámites de su competencia. Y que, a través de la llamada medio en broma de un periodista, llegara a los oídos del millonario que hay un club de fútbol que prefiere su propia desaparición a la ruina de su gente. Y se le aflojara el muelle y con el muelle la cartera, y soltara los dos millones y otros dos para acabar el año.

Si que sería un hermoso final. A la americana. El club de fútbol que prefirió la salvación de las personas encuentra, como premio, la suya propia. La riqueza fruto de la iniciativa solidaria. Un auténtico cuento de Navidad. Solo eso, un cuento. Mejor y más bonito que este cuento que tenemos, que no está nada mal. 

jueves, 15 de noviembre de 2012

PERFORMANCE TRAGICÓMICA


Vamos a imaginar, en una ciudad cualquiera, una avenida grande, de esas de tres carriles en cada sentido, que pase cerca de los edificios administrativos desde donde se gobierna la comunidad, ciudad, estado o cosa, según toque. Lo habitual: un montón de coches, semáforos y, aprovechando cuando se pone el rojo y todos paran, los habituales gorrillas o mendigos, ofreciendo pañuelos de papel, encendedores de plástico, estampitas, o pretendiendo limpiar los parabrisas de los vehículos a cambio de la voluntad.

Ahora visualicemos a un fulano metido en su coche, apoyado en la ventanilla abierta mientras apura la última calada del cigarrillo, mirando distraídamente al frente. Ve venir a un individuo con una camiseta oscura encima de la camisa; en la mano izquierda sostiene un cubo del que sobresale una bayeta sucia, mientras en la derecha sostiene, brazo en alto, una rasqueta limpiacristales. Ve que se le acerca sonriente, así que arroja la colilla por la ventanilla y se pone a subir el cristal; no tiene ni puñetera gana de aguantar al pedigüeño. Pero queda pasmado, sin terminar de encerrarse, al ver el individuo que se le acaba de plantar delante de la puerta del coche.

El limpia en cuestión, que se acerca sonriente al vehículo, va bien  peinado y afeitado. Cara redonda, buen aspecto, gafas de pasta. Lleva pantalón de traje, perfectamente planchado y, mirando hacia abajo, nuestro conductor ve un par de zapatos impecablemente limpios. En el cuello blanco de la camisa se adivina el nudo de una corbata roja; la camisa y la corbata están tapadas por una camiseta negra con el lema “Empleados Públicos en lucha” en letras blancas. Un funcionario.

Sigamos imaginando como el conductor del coche queda con la boca abierta, dando la cara a la ventanilla medio bajada mientras el, ahora lo sabemos, funcionario le espeta muy sonriente: “Buenos días, señor, perdone que le moleste, soy funcionario de la Administración de… y estoy haciendo un curso acelerado titulado Como Sacar un Sobresueldo para Sobrevivir, en el que una de las prácticas consiste en limpiar cristales. No le pido la voluntad, solo quiero que lea esto” y le entrega un folleto en el que se exponen las subidas salariales a los funcionarios de los últimos diez años, todas por debajo de la inflación o congeladas, la supresión de la paga extra y los dos recortes, también extras, del 5% de sueldo, además de la anulación de las convocatorias de empleo público.

Mientras el tío se queda mirando el papel, el funcionario se aplica al parabrisas del coche; al tiempo llega otra funcionaria, sonriente y bien plantada, de rigurosa minifalda negra y medias de rejilla, con una bandeja en la mano: “¿Hace un cafelito?” le dice guiñándole un ojo -“Cortesía del señor Beteta” –y le pone un purgante de los que salen de la máquina de café en la mano libre, colándole en el salpicadero otro folleto en el que se detallan, ¡qué se yo!, las obras faraónicas ahora inacabadas o inservibles, o una lista de sobrecostes en las mismas, o algo así, de lo que tiene miga.

En estas, el semáforo se pone verde, y los funcionarios cursillistas saltan a la acera, sonrientes y dando las gracias, y el conductor, café en mano y con la boca abierta, se afana en meter la primera mientras los de atrás le pitan (no todos, alguno tiene las manos ocupadas como él). Arranca pensando que si, que quizá tengan razón estos de la Administración. Que todos estamos igual de jodidos, y por las mismas razones; no hace falta mucha metafísica ni mucha ideología a la hora de pagar las facturas.

¿A que está bien imaginado? En media hora igual se hacen diez coches; más caso que paseando las pancartas igual se hace. Esta es una respuesta a la falta de alternativas a la lucha sindical que se plantea en las Asambleas. Oye, igual viene la tele y nos hacemos famosos. Y si no, pues aprendemos un oficio que nos puede venir muy bien, en los tiempos que corren y con la que está cayendo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

EJEMPLOS ANÓNIMOS


Quién lo iba a decir: Fulano de tal, cincuentón largo, dedos como sarmientos, barrigona chigrera. El típico que te imaginas inmediatamente bajando al bar después de comer a echar la partida, o a ver el fútbol, tomando un vino, o dos o tres. Y resulta que Fulano escribe. Y escribe bien, tanto que le publican. Y le piden más. Ahí lo tienes. Cuantos escritores no consiguen ni oler una línea publicada. Y los demás dándonoslas de intelectuales y de estudiados, y él, con su maestría industrial y su trabajo de operario, con inquietudes. Inquietudes valoradas, por cierto. Menuda sorpresa.

Pasa que luego te encuentras con Mengana de cual: compañera frisando la cincuentena, funcionaria primero interina y luego de carrera. Pero lo que no sabes es que se casó bien joven, tuvo dos criaturas (o tres, no estoy muy al tanto) y va el marido y la dejó tirada. Y a la pata quebrada; la pensión, si la hay, que muchas de estas ni se atreven a pasar por el juzgado, cuando se le pone a él en los pendientes reales. Y lo de cuidar a los niños, pues ni de coña. Y a ver el mundo por la ventana. Total, ya lo tiene todo hecho. Pero cogió y, con dos ovarios, a preparar una oposición. A sacar horas de la noche y de la madrugada. Y la saca, por delante de un montón de opositores a tiempo completo. “Chapeau”.

Otra muy buena es la de Zutano, el clásico empleado del que nunca se oye nada, pero cuando el jefe dice, sin mayor explicación “hoy se hacen horas extras”, mientras el resto de la plantilla, con muchas protestas a la espalda del mandamás, se acaba plegando, él coge tranquilamente sus cosas a su hora y se va. Dejándolo todo hecho, por supuesto. Cuando le pregunta el jefe que “qué es lo que le pasa” para marcharse, contesta que no le pasa nada. Y que, si le pasara, que es asunto suyo. Pero que él no se queda y mucho menos sin explicaciones. El patroncito, con la boca abierta. Como los compañeros. Posiblemente le echen; igual lo está deseando. Pero no le importa. Ha ganado la batalla moral Ya se buscará la vida que se merece.

Tres pequeños ejemplos de gente con la que quizá te encuentres en el ascensor y te parezcan poca cosa. Gente buena, dura y competente. Con narices. Y hay muchos así. Algún día nos daremos cuenta de lo que tenemos al lado y miraremos más a estos, a nuestros verdaderos ejemplos, que la bazofia que nos hacen mirar por la tele o los periódicos. Quizá entonces pensemos que merece la pena pelear por esta vida.

domingo, 11 de noviembre de 2012

LA BATALLA DE VITORIA

Hoy por la tarde tuve sesión de cómic, y descubrí “La batalla de Vitoria”, de José Luis Salinas y Armando Usero, y con guión de Hernández Cava. Muy bueno. Gracias a la historia de los dos hermanos, uno enrolado en los regimientos franco-españoles leales a José Bonaparte, y otro en el ejército rebelde del general Álava, describe con gran claridad el duelo fratricida de aquellas dos Españas, dos visiones opuestas cuyas tataranietas todavía viven hoy; la España liberal y afrancesada, defendida por el hermano Vicente, leal, a pesar de todo, a la palabra dada al ingresar en el ejército francés, y todavía fiel a los principios ilustrados y revolucionarios defendidos por el invasor a base de sangre, fuego y violaciones, y la España indómita en la lucha por su independencia, representada en el hermano Ricardo, comprometido con la verdadera libertad nacional y no con la negra, oscura, fanática y cavernaria patria que su rey, y sus despiadados aliados ingleses, quieren imponer. Dos soldados hermanos y enemigos, comprometidos ambos, sin embargo, con la tercera vía, la de la razón, la piedad y la palabra, representada en la liberación de la afrancesada a punto de ser linchada, que es la verdadera derrotada en la batalla, independientemente del resultado final.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

CARTA A UN AMIGO DESCONOCIDO


Me caíste bien desde el mismo momento en que te conocí. Bueno, más que desde que te conocí, desde que una amiga común me habló de ti. Una buena amiga, por cierto; tienes un lujo ahí que no debes desperdiciar. Me habló de ti un día en el que, con el pretexto de una visita a su nuevo despacho, o quizá por coincidencia, me comentó tu caso, caso que es igual que el mío.

Me pidió consejo sobre como podrías superar el trance por el que estas pasando, para poder ayudarte además de arroparte, para ser algo más que un hombro sobre el que llorar. Por supuesto, sin que te enteres, porque sabe que seguramente estás todavía petrificado, todavía te parece un mal sueño, y quizá no soportes que otra gente ya asuma tu nueva situación; pero es cierta, ya ha ocurrido. Es real.

Yo sonreí, porque en mi fuero interno siempre tengo ganas de explicar como me va, y que he aprendido de todo esto, de este largo año que parece que no va a acabar nunca, pero no te engañes, yo solo soy un alumno, un paciente como tú, quizá solo con un recorrido mayor, con mas rodaje. Pero un aprendiz, para nada un maestro.

Le dije que estuvieras tranquilo, pero muy tranquilo, mucha calma, mucha respiración, le dije que tu cabeza es un terrible torbellino de emociones contrapuestas que son difíciles de combinar: esperanza, desazón, desesperación, deseo, odio, celos, envidia, ansiedad… Todo parece ir en contra tuya, todo te altera, estás acelerado, no comes, no duermes.  Le dije que intentes dormir, que tomes infusiones, o que vayas al médico, necesitas el olvido del sueño, necesitas dormir profundamente.

También le hablé de comer. Come sano, come variado, y a las horas. Vas a perder peso, tu metabolismo corre a toda velocidad. Practica deporte en horarios regulares, pero algo moderado y a ser posible con alguien que te apriete, que no te deje pensar, que sea un rato en el que tu cabeza deja de procesar, y se dedica a otra cosa.

Me dijo que ya tienes casa propia, y que no tienes hijos. Muy bien por lo de la casa, espero que poco a poco la vayas haciendo tuya, y que no tengas problemas para pagarla. Espero que estés cómodo y que te sientas bien cuando llegues al final del día. Es tu hogar, debes disfrutarlo.

No tener hijos te evita un doble sufrimiento: uno es el de tener que verte en situaciones que ahora mismo no te convienen nada, eso te lo digo por experiencia, sólo y solo por ellos. Es un mono que es muy difícil de quitar, pero por ellos hay que soportarlo. Mejor que no tengas que pasarlas, todo te hace evocar. El otro es preocuparte por su bienestar, se te vienen a la cabeza un montón de cosas, te angustiarías por nimiedades y te costaría mucho mantener la calma en las cosas importantes. La pena es que no vas a disfrutar de la tremenda alegría que te regalan esos pequeños corazones; caro consuelo, pero valiosísimo.

Y sobre todo te digo que todo esto te va a servir para curar los síntomas de tu mal. Porque contra lo que te pasa no hay remedio; solo el tiempo y tu adaptación te harán salir adelante. Te recomiendo que pierdas la esperanza, primero porque está todo decidido, y segundo porque no estás en condiciones de recuperarlo, estás bajo, triste, desanimado, sin chispa y sin gracia. Alimentas celos, envidia y rencor. Déjalo, da rabia, llora y acepta esa tremenda tristeza. Respira hondo. Pasará. Quizá demasiado despacio, pero seguro que pasará.

Y en breve tiempo, con ayuda de tu familia, tus amigos (los viejos y los que seguro que harás, no estás tan solo, ya lo verás) y sobre todo de ti mismo, de la madurez tremenda que vas a adquirir, irás descubriéndote, como una persona capaz, buena, atractiva. Alguien seguro de si mismo, alguien nuevo, mejor. Las cosas, poco a poco, irán mejorando. Llegarán oportunidades, las recibirás con alegría, porque verás motivos para alegrarte, se darán algunos fracasos y los soportarás con entereza, porque estarás mejor preparado.

Espero que algún día tengamos oportunidad de conocernos en persona. Y que lo que cada uno de nosotros vea frente a sí sea una persona plena, feliz y alegre. Con una nueva vida y, por que no, con una nueva hermosa razón para vivir. Como sea, porque saldremos. Podremos contarlo, reírnos de ello, incluso disfrutarlo. Porque nos habrá hecho más fuertes. Seguro. Ojalá tú lo veas en mí y yo lo vea en ti. Nos guiñaremos un ojo.

Salud, fuerza, y un abrazo, amigo.

jueves, 25 de octubre de 2012

DISIMULO

Lo leí ayer; no hay mayor tristeza que aparentar que no te importa, cuando en realidad no piensas en otra cosa. Todo el día disimulando, poniendo buena cara, en cualquier caso una cara falsa, para interpretar un papel que muchas veces no es creíble para nadie, por muy ciego que esté, haciendo un esfuerzo por ocultar tus verdaderos sentimientos, agravando una situación que debería de asumirse, y hacerle frente.

Pero también es una pena muy grande ver casos en los que la pena va pasando, que todo se va olvidando, porque la Naturaleza es sabia y ha dotado al ser humano del mecanismo del olvido, para evitar que los malos recuerdos, la añoranza y la soledad nos destruya, y algunos se empeñan en recordar (o en recordarte) esas malas experiencias, esos recuerdos oscuros, intoxicando, envenenando la conciencia y la autoestima. A veces, la de uno mismo; lo mas valioso que tenemos, nuestra propia estimación.

Peor aún: a veces somos nosotros mismos los que ponemos palos en las ruedas del carro de nuestro propio progreso, regodeándonos en la comodidad de autocompadecernos y dejar que sean los demás los que nos sostengan, muchas veces a costa de su propio bienestar, en lugar de sostenernos nosotros mismos.

El resumen es claro; si estás mal, desahógate. Si estás mal o muy mal, pide ayuda. Pero si mejoras, disfrútalo. Y aprovéchalo. Y si estás bien y puedes contagiar algo, contagia tu propio bienestar. Pero nadie se puede permitir envenenar ni intoxicar a los demás; nadie lo merece.


lunes, 22 de octubre de 2012

BUCLES MALOS


Acabas el día, el mes y parece que toda la eternidad metido en un bucle del que parece que no sales, a saber: detectas un fallo, una carencia, un mal comportamiento, eso te cuesta algo, lo analizas después, prometes cambiar las cosas…y luego, o no llegas a aplicar la solución o te descuidas en el momento más inoportuno. Así que repites la carencia, fallo o comportamiento, la vuelves a detectar, te cuesta algo…y otra vez.

Y llegas a casa con la cara de tonto, poniéndote a parir por repetir conductas que tenían que estar superadas, por estar todo el puñetero día empezando, por ser incapaz de mantener durante un tiempo la nueva ruta que, tiene narices, tú mismo te has trazado, nadie te ha dicho nada de cómo haces o dejas de hacer las cosas, nadie juzga tu conducta. Es uno mismo el que valora, y uno mismo el que se falla a si mismo, otra vez.

Y uno no arranca. No mejora. No cambia lo que tiene que cambiar, lo que le pide el cuerpo que sea de otra manera. Y me gustaría saber por qué, si al final, da más comederos de cabeza el ejercicio constante de vuelta a empezar que coger y, simplemente, hacer el esfuerzo de cambiar. Un pequeño esfuerzo, una respiración de más, media hora de tiempo…un poquito. Aguantar después de la primera semana, o del primer mes. Nada más.

Con todo lo que queda por hacer, con todos los sueños que se sueñan, no puede, no debería permitirse que esto pase. No se puede claudicar. Y si hay que reinventarse, pues a reinventarse. Pero ya. Y para siempre. Buscar esa solución. Perseguir esa mejora. Porque queda poco tiempo; porque se acaba el que tenemos.

viernes, 19 de octubre de 2012

PICARESCA ESPAÑOLA


La Guardia Civil cazó a un tío que había vestido y puesto peluca a un maniquí para poder circular por un carril reservado a vehículos con varios ocupantes. Vaya cara que  debió de poner el picoleto. Y el otro va y dice, seguro que  con perfecta compostura y una sonrisa cómplice en la cara:  “me habéis pillado”. Jejeje. La verdad, que  en España somos la leche. Que  no hay ingenio como el nuestro…Si se trata de pagar menos (o no pagar) o de coger ventaja. Es tremendo como en un país en el que se investiga poco, se patenta menos y se emprende mucho menos que en los demás de su entorno tenemos un ingenio terrible para saltarnos cualquier norma o procedimiento que se nos ponga por delante.

¿Os acordáis de la subvención de 210 euros que se daba como ayuda al alquiler joven? ¿Cuántos arrendadores subieron el precio del alquiler exactamente 210 euros? ¿Y lo de alquilar el piso al hijo de un amigo, y viceversa, para cobrar la subvención?  ¿Y la venta de puntos de tráfico por parte de los jubilados que no tienen ni coche? Está también en “pole position”.  La cantidad de padres octogenarios (y madres) que empezaron a circular con los coches de los hijos...

También es muy buena la de los certificados de empadronamiento para conseguir determinados colegios, cono nenos que, en cuanto cumplen dos años se van a vivir con tíos, yayos, bisabuelos o perfectos desconocidos. Por no hablar de  las declaraciones de hacienda de determinados colectivos para conseguir una vivienda protegida, una ayuda para reformas, o siquiera una beca de comedor o de libros del cole (¡gente que luego te aparece conduciendo un Mercedes todoterreno!). ¿Y las bajas? ¡Qué hay peña que se corta un dedo con un hacha!

Lo dicho, somos terribles. Tan buenos y tan capaces como cualquiera, y además, con un punto genial y creativo que ya quisieran los yanquis o los chinos. Pero, ¡ay!, lo usamos para cada cosa…

En fin, por lo menos nos divertimos, eso si, con toneladas de humor…del negro.

lunes, 15 de octubre de 2012

EL LOGRO Y EL ÉXITO


Cuentan que una vez, un hombre viejo requirió la ayuda de dos hombres jóvenes, y las pidió que le llevaran cada uno una carretilla lleno de manzanas desde su casa hasta el almacén vecino, ya que él, al ser ya muy mayor, no tenía fuerzas para hacerlo; además, les prometió una recompensa por su trabajo, que sería distinta dependiendo de si terminaban en primer o en segundo lugar.

El primero de los jóvenes asintió, cogió su carretilla lleno de manzanas, y con mucho cuidado, puesto que las manzanas rebosaban el borde superior, fue llevándolo muy poco a poco hacia el almacén, pendiente de llegar con toda la carga que le había encargado el viejo.

El otro, sin embargo, estaba más pendiente de lo que hacía su compañero que de hacerle el favor al viejo, porque quería ser el primero, ya que creía que siendo el primero tendría una recompensa mayor. El caso es al torcer la vista constantemente para mirar, se le caían las manzanas de la carretilla y tenía que pararse a recogerlas.

Así que el que llegó el primero fue el primer joven, el que se había preocupado de prestar el servicio para el que se había comprometido, realizando bien la tarea. El segundo joven acabó bastante mas tarde y mucho mas cansado. Además, muchas de las manzanas que llevaba se habían picado a fuerza de caérsele de la carretilla.

Al terminar el trabajo, el viejo habló con los dos. Al que terminó el primero le dijo: “Enhorabuena, porque fijaste tu atención lograr hacer bien el trabajo encomendado. Lo hiciste bien, y como consecuencia de ello también has logrado llegar el primero. Esa es tu recompensa; has aprendido que si haces las cosas con esfuerzo y dedicación, y consigues tu objetivo, el éxito, el ser el primero o el ser reconocido, llegará después.”

Al que llegó el segundo, le dijo: “Tu recompensa es que puedes extraer una lección de tu fracaso. Porque  descuidaste tu objetivo principal, que era ayudarme, por la promesa de una recompensa y por estar pendiente de lo que hicieran los demás. Mira en tu interior y piensa que podrías haberlo hecho tan bien o mejor que tu compañero, solo con que hubieras estado pendiente solo de  tu tarea.”

«Mi madre me describió la diferencia entre logro y éxito: “el logro es el conocimiento que tienes al saber que estudiaste y trabajaste duro haciendo lo mejor que esta en ti. Éxito es ser alabado por otros, eso es lindo también, pero no tan importante o satisfactorio. Siempre dirígete hacia el logro y olvida el éxito”»
Helen Hayes (10 de octubre de 1900 - 17 de marzo de 1993), actriz angloamericana.

martes, 9 de octubre de 2012

EUROPA ¿SE ACABÓ?


Igual que en una pareja, con los malos tiempos llegaron los reproches. Fue llegar la crisis de la deuda soberana y los europeos regresamos a la época de la Guerra de los Treinta Años; los alemanes a imponer el dominio continental, los franceses a defenderse, los ingleses a hacer rancho aparte, los italianos a deshacerse en violentas disputas, suizos y escandinavos a la suya, los griegos olvidados e intervenidos…y los españoles, temidos, luego envidiados y finalmente despreciados por los grandes.

Se acabó Europa, terminó el sueño de un continente unido, próspero, feliz, sin complejos ni ataduras, cuna de la civilización occidental, baluarte del progresismo, bandera de la tradición más arraigada. Se invoca el nacionalismo, se ponen vetos, se promueven las “mini – cumbres” entre gobiernos amigos, se cierran fronteras, se vulneran acuerdos. Las buenas palabras se transforman en duros reproches; se cuestiona el tren de vida del pobre y se desconfía de la procedencia de la riqueza del rico.

¿Había llegado a empezar, siquiera como un sueño? ¿Existió en algún momento, alguna motivación europea real, aparte de los nuevos nichos de consumidores y de los millonarios fondos de cohesión? ¿Pensaron los grandes de Europa alguna vez, seriamente, en ceder parte de su soberanía a los pequeños en beneficio de una entidad superior? ¿Pensaron los pequeños siquiera en conseguir algo mas que dinero? Es mas, ¿pensamos, pobres de nosotros, siquiera en emplear bien los millones para llegar a parecernos a esos aburridos  ricachos del Norte?

Joer, todavía me acuerdo de cuando votamos la Constitución…¡juro que la ojeé un poco! Y cuando firmamos el Tratado de Adhesión…me veía trabajando en una siderúrgica de Lieja en cuanto terminara mis estudios de Erasmus en Cambridge o en la Escuela de Negocios de París; después, veraneos en Cerdeña y en Mykonos, intercambio cultural en Berlín, viajes de trabajo a Goteborg, fin de semana en Val de Aosta…y al final del año, vuelta a casa por Navidad, con El Almendro, pero en Tren de Gran Velocidad, línea Biarritz – Estación Central de Asturias en Oviedo.

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Ya lo dijo el gran Pedro Calderón de la Barca, que, por cierto, anduvo de “Erasmus” por aquellos pueblos holandeses…

Quién sabe si no tendremos que acabar saliendo otra vez a pelear a cuchillo otra vez…para sobrevivir…

Pues eso, una época que se acaba. Fue bonito mientras duró. Que descanse en paz. La pena, por nuestros hijos, a los que vendemos una idea de convivencia que ellos no van a llegar a ver. Otra generación que nace decepcionada de sus padres.

lunes, 8 de octubre de 2012

PERMITIR LA INJUSTICIA


"Permitir una injusticia significa abrir el camino a todas las que siguen" (Willy Brandt)

Puede ser por cobardía. Por no oponerse a situaciones, o a gente, mas fuertes que uno mismo. Por miedo al rechazo de un amigo o compañero, a la pérdida del favor de un superior, a la mirada desaprobadora de alguien que te guste; por conseguir unas migas de valor social, por mantener un estatus.

O también por puro egoísmo. Por mirar solo el ombligo propio, por no ponerse en el lugar del otro, por dejar que te resbale algo que no te afecte personalmente…aunque en un futuro, más o menos cercano, te pudiera afectar. Por pensar que no estamos para socorrer a nadie, ni para remediar nada.

También es posible que por indiferencia, sentimiento este más sutil que el egoísmo, ya que cuando eres egoísta te desentiendes a las claras, con intención, mientras que el indiferente no toma partido nunca para que nada le afecte, para que no se note su existencia. No mojarse, por favor, no nos vayan a ver.

Son tres razones que se entremezclan, en mayor o menor medida, para pasar al lado de la  arbitrariedad, del abuso, del dolor provocado,  sin pretender poner algo de remedio, siquiera un apoyo expreso; aunque sea solo a nivel personal, a la gente más cercana. A nadie se le exige ser un héroe, pero nadie debería ser un cobarde, ni un egoísta, ni un indiferente. O ninguna mezcla de ambas cosas.

Mojarse, y mucho mas en España, no te va a traer ningún beneficio, casi seguro. Pero seguro, segurísimo, dormirás mejor. Mucho mejor. Y, quién sabe, quizá alguien lo recuerde.

martes, 25 de septiembre de 2012

LA PARTIDA

Había llegado el lunes, y amanecía con cielo plomizo. El aire a ras del suelo seguía caliente, igual que había estado toda la noche anterior. La ciudad, en el primer día de otoño, y después de las fiestas, se despertaba con pereza; poco ruido de coches y escasos peatones por las calles, como si todos pensasen que resistiendo unos minutos más conseguirían retener el verano que se marchaba.

El viajero contemplaba todo esto desde la ventana de su pensión, a través de la ventana entornada, por la que entraba una brisa cálida. La maleta estaba preparada, puesta sobre la cama apenas deshecha, pero todavía tenía el cierre abierto. El viajero, mientras miraba  a la calle, sostenía en una mano un cigarrillo encendido, a pesar de la prohibición de fumar en la habitación, y en la otra, su izquierda, cogía un retrato por el marco.

El viajero suspiró y posó el retrato sobre la mesa que estaba al lado de la ventana. Tomó un lápiz y se inclinó para escribir en una libreta que también estaba posada en la mesa, abierta por una página escrita por la mitad. Empezó a escribir, pero dudó y se detuvo un momento, pensando. Su rostro, de expresión seria, no revelaba ninguna emoción en especial; solo sus movimientos indicaban que había llegado el momento.

Al final se decidió; tachó la frase que había empezado a escribir, rayando después la parte de la hoja que estaba en blanco. Luego arrancó la hoja y la dejó sobre la mesa. Tiró el cigarrillo por la ventana y guardó la libreta y el lápiz en la maleta, cerrándola después. Se puso el impermeable, tomó un paraguas, la maleta, y abrió la puerta para irse. En la calle ya empezaba a llover.

Todavía se dio la vuelta un momento. El retrato y la hoja de papel quedaban en la mesa. El rostro del retrato le miraba con una media sonrisa irónica y cortés. La hoja de papel, sujeta por el marco de la foto, se movía con el aire que entraba por la ventana. La última frase escrita había sido leída muchos años antes, en una época en la que el viajero no sabía el significado que iba a tener:

"Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante."

El viajero giró la cabeza, salió de la habitación y cerró.

lunes, 10 de septiembre de 2012

JUGUETES USADOS

Suspiró, mirando al mar, mientras volvía a sentarse en el poyete del Muro. Ya se levantaba el Nordeste, que agitaba los lados del mantel extendido en el suelo, donde ella tenía expuesta su mercancía; muñecas de colección, con muchos años encima, pero en perfecto uso. Vestiditos y accesorios conservados como nuevos. Ropa infantil usada, pero en muy buen estado. Llevaba ya dos horas sentada allí, con su improvisado puesto de venta, y se sentía algo cansada. No tanto por el esfuerzo físico, al fin y al cabo allí se estaba muy bien, sino por el de vencer a la vergüenza. 


Y no era la vergüenza de que la viera alguien. Ni siquiera algún conocido; de estos, además, ya le quedaban muy pocos. Era la sensación de que estaba traspasando una línea que, pensaba, nunca se debería cruzar. La linea de poner en venta los afectos, los recuerdos. Cada objeto que yacía a sus pies había sido protagonista de muchos juegos, partícipe de muchas lecturas, y cómplice de infinitas ternuras. Las niñas y los niños que los habían disfrutado se habían marchado ya; primero los años, y luego la distancia, se los habían llevado lejos.


Y llegó la necesidad de desprenderse de los recuerdos, ya no sabía muy bien por qué. Pequeñas deudas, algún mínimo capricho que empezaba a convertirse en necesidad para una persona sola. Surgió entonces la idea de vender al mejor postor a los testigos de tantas emociones, tantas noches de Reyes en vela, tantos cumpleaños. Todavía quedaba la memoria, se consolaba; mientras hubiera memoria, aquel pasado feliz permanecería.

Mientras hubiera memoria. ¿Por cuánto tiempo la habría? Le invadió la desazón, la sensación de estar llegando al final del camino. Y una lágrima empezó a pugnar por salir del ojo que miraba al mar, sereno y triste. Entonces, tres sombras taparon la luz del sol que caía sobre el puesto. La señora levantó la vista; ni siquiera les había visto llegar.

Eran un padre y sus hijos; él era un hombre de edad intermedia, ni joven ni viejo. Era alto y de complexión atlética; tenía un cierto aire militar, cuello ancho y pelo corto. Vestía al descuido, vaqueros, camiseta con alguna frase en inglés y zapatillas deportivas. Llevaba un bolso en bandolera. El estilo de los chavales de hoy, pensó. De los pequeños que habían usado aquellos juguetes, muchos años atrás. Los niños miraban la mercancía entre curiosos y tímidos, pegados a las piernas de su padre. La niña, la mayor, se mordía las uñas; el hombre le apartó cariñosamente la mano de la boca. El niño alternaba miradas sonrientes con giros de la cabeza, para  ocultar la cara a la vista de los extraños.

La niña miraba una muñeca de cara redonda, cubierta con un vestido blanco y amarillo. Sujetando la melena negra, una diadema de lunares en los mismos colores. Era la preferida de la colección. El niño, mientras tanto, ya había cogido un perrito de peluche con grandes orejas, de color marrón canela. El peluche que los niños mas pequeños de su casa, cuando la señora era mas joven, usaban para dormir sin miedo por la noche.

"¿Podemos quedárnoslos, papi?" Preguntó la niña, mientras el niño, sin soltar el perro, miraba fijamente hacia arriba. El padre no decía nada; miraba a la señora, miraba su gesto apenas perceptible, el brillo en su mirada al contemplar aquellos dos juguetes. Lentamente, hurgó en su bolso, sacando su cartera, y extrajo un billete, sin apartar la vista de ella, en una mirada seria pero cálida.

"Están en muy buen estado", dijo al fin. "Nos llevamos los dos". Los niños, muy contentos, abrazaron los juguetes. La niña acunaba la muñeca, mientras decía: "La voy a poner en la cabecera de la cama, papá. Va a ser mi preferida." La señora, mientras tanto, metió la mano en el bolso para sacar la vuelta, pero el hombre la detuvo con un gesto de la mano. En su boca había una sonrisa.

"Los cuidarán bien" dijo, y empezó a andar, seguido de sus pequeños. La señora le miró por última vez mientras asentía levemente con la cabeza. Luego dejó de ver como se alejaban, miró otra vez al frente y, ahora si, la lágrima salió, descendiendo despacio por la mejilla hasta la leve sonrisa que, también a ella, se la había dibujado. Si tenía que ser, que fuera así, se dijo. Al menos ya no eran rescoldos de una vida pasada, ya que volverían a alegrar una habitación, unos ojos infantiles Permanecerían de verdad en la memoria; en la de un niño, un padre, una madre o unos abuelos. Al menos todo continuaba; al menos, cuando ella se fuera, alguien, fuese quien fuese, miraría con su misma mirada aquellos regalos tan preciosos.




jueves, 6 de septiembre de 2012

TRISTEZA

En cuanto abres una cuenta en Facebook empiezas a recibir cantidad de mensajes con historias de superación, de valentía, de esfuerzo; personas que superan terribles enfermedades, operaciones a vida o muerte, amputaciones, la ruina, la guerra, sucesiones de pérdidas irreparables en muy poco tiempo; gente que saca a sus hijos adelante casi sin medios, y los lleva a hacerse millonarios, que muere por ellos, que les da un riñón, o un pulmón. Seres humanos que, sin razón aparente, y sin ninguna necesidad, hacen favores impagables a desconocidos. Luchan contra la tristeza.

También están los que fueron ricos y ahora no lo son, y llevan con dignidad su caída; empresarios que cierran después de pagar hasta el último euro a sus empleados, trabajadores que sudan hasta la última gota para mejorar, gran cantidad de gente que está viendo como la exprimen y sigue ocupándose de vivir, y de buscar felicidad, para ellos y para los suyos. Felices a pesar de todo.

Cristiano Ronaldo está triste. ¿Tiene derecho a estarlo? Por supuesto, el sentimiento es libre. Pero no se puede estar triste y cargar ese muerto a los demás. Porque él ha puesto tristes a los aficionados de su equipo, que, y no lo debería de olvidar, le pagan para que les alivie un rato sus penas, con goles y con alegría. Y por la tarifa que cobra, que cuesta un montón a cada sufrido abonado que colabora en pagarla, debería de dar un ejemplo mas positivo a esa gente; no es de recibo que les obligue a comulgar con su envidia, su egolatría, su avaricia y su maledicencia. Son ellos los que le pagan, y no le cuestionan para nada su esfuerzo como profesional. Qué no les chulee con sus sentimientos.

jueves, 23 de agosto de 2012

DESPUÉS DE LA TEMPESTAD

Caminaba por la llanura, con la ruta marcada, constante y veloz, cuando el viento cambió. Primero fue un súbito frenazo; luego llegó el huracán, que le cegó y le tiró al suelo. Al caer, envuelto en remolinos de aire, dio de bruces con su rostro en la arena. Era imposible levantarse; la fuerza del aire impedía cualquier movimiento y amenazaba con enterrarle vivo.

Intentó levantarse, mientras escupía arena por la boca. Estaba cegado y aturdido por el golpe y el zumbido del aire; los ojos le lloraban, y le escocía la piel. Caminó unos pasos vacilantes y luego se derrumbó, hecho un ovillo, tapándose la cabeza con las manos.

No pudo calcular cuanto tiempo permaneció así, acurrucado en el suelo, manoteando con desesperación cuando la arena empezaba a cubrirle, los ojos cerrados hasta pegarse, sin atreverse a abrir la boca, sin mas hueco en su pensamiento mas que para aquella negrura.

De repente, el viento amainó, cesó la tempestad. Al principio no se atrevió a moverse; tenía miedo de recibir otra oleada de viento y arena. Estaba semienterrado y cubierto de polvo. Era incapaz de abrir los ojos y se moría de sed. El tremendo silencio le desconcertaba y le impedía pensar.

Había perdido su rumbo. Miró adelante y ya no tenía ninguna referencia, no se adivinaba ninguna ruta. Miró atrás y no vio nada; toda huella había sido borrada. Echó a andar, con paso torpe al principio, más seguro después. Solo tenía una seguridad: él marcaba su propio camino.

miércoles, 22 de agosto de 2012

SER AGUA

Ser como el agua, como decía la canción. Si tu eres agua fluyes o chocas a voluntad, decía el maestro chino. Si estás en la tetera, entonces eres tetera. Si estás en la taza, entonces eres taza. Adaptabilidad total, apertura total. Si la vida da limones, pues haremos limonada. El agua no tiene forma.

Pero si no tiene forma, no tiene base, no tiene raíces. No hay un punto de partida, no hay por donde empezar. No se puede echar el ancla en el agua; tiene que llegar al suelo.

La corriente puede llevarte, mansamente o no, tan lejos como quieras, si te dejas llevar. Si sigues un río por su cauce llegarás al mar.

Y si el río se desborda, puede destruirte, como la corriente, que puede arrastrarte contra las rocas y hacerte pedazos.

¿Ser o no ser...agua?

lunes, 20 de agosto de 2012

EL ENCUENTRO (II)

Nunca dejaba de aparecer. Donde quiera que andasen, siempre que la pandilla se juntaba, allí estaba, a cierta  distancia, pero siempre a la vista, con su aire demasiado estirado, fuera de lugar, con media sonrisa y una extraña mirada, entre ingenua y torva, o quizá ingenua o torva según quien le mirase. 

A veces llegaba antes; se lo encontraban en una de las mesas del bar, leyendo un libro, o lanzando unas canastas, solo, en la cancha de baloncesto. Con aspecto torpe y desgarbado, pero con aquella particular forma de mirar y aquella mueca de sonrisa que tanto les desconcertaban.

Había sido su pelele particular. En clase le habían empujado, pegado, le habían gastado las peores bromas y había sido sometido a las mas crueles humillaciones. Al principio lloraba y se sorbía los mocos. Luego dejó de llorar, y apretaba los dientes. Eso no les detenía. Hasta que, al final del curso, un día se encontraron aquella mirada y aquella boca torcida.

Molestos, intentaron burlarse mas, humillarle mas, pero no cambiaba su gesto. No resistía, pero sentían una extraña aprensión al mirarle. Y dejaron de molestarle. Lo ignoraban y lo mantenían apartado, de ellos y del resto de sus compañeros, pero, cada vez mas, iban evitando encontrarse con sus ojos.

Luego llegaron las apariciones. Primero en el camino a sus casas, aparecía extrañamente  en una esquina, miraba y se iba, sin hacer caso de los insultos, ni de las ocasionales pedradas. A veces se retiraba sangrando, pero impávido. Después, en las quedadas en los bares después de las clases; aunque se comunicaran por gestos, aunque cambiaran los planes una o varias veces, siempre acababa apareciendo.

Y llegó el miedo. Intentaron huir de él, pero no sabían como. Siempre volvía. Y empezaron las discusiones, y los reproches. Y todos los días avanzaban temerosos hacia su casa, sabiendo que en cualquier esquina se encontrarían con aquella cara. Y miraban atrás amedrentados, esperando que en cualquier momento pudiera cruzar la calle y seguirles.

Pasó el tiempo. Tres de ellos se engancharon a la droga. Uno murió, alcohólico. Otro se arrojó por una ventana. Todos, poco antes de caer al pozo, juraron que seguían viéndole.


domingo, 19 de agosto de 2012

EL ENCUENTRO

Miraba para su sombra, fantasma vacilante a la luz de las farolas, mientras caminaba con pasos un tanto erráticos en dirección a su casa. Los riachos producidos por el riego de las aceras le mojaban los pies; sentía que le subía por el cuerpo el frío del amanecer, en el que ya se adivina el otoño que viene. Se arrebujó en su chaqueta con un respingo.

Tenía la boca como si hubiera chupado un cenicero, y la mirada como si se hubiera quedado contemplando su fondo lleno de cenizas. La cabeza le daba vueltas, ocupada en el pensamiento que había querido borrar al principio de la noche; el único que quería eliminar de su cerebro cansado, y el único que le acudía en la hora de volver.

Cuando se cruzó conmigo, alzó la vista y me sostuvo la mirada con sus ojos turbios. Entreabrió la boca como para decirme algo, pero no dijo nada. Quizá fuera solo producto de la sequera. Pero era indudable que me había reconocido. Como otras veces. Yo también quise decir algo, pero me fue imposible. Quedamos uno frente a otro semejando un espejo en mal estado.

Endureció un poco su gesto y, sin mediar palabra, se alejó. Yo estaba quieto, de pie, en la esquina tan familiar donde nos habíamos visto mas veces, donde seguramente me vio la primera vez. Comprendí que esta vez no le gustaba lo que había visto. Le vi alejarse con su andar algo torpe, sin mirar atrás, vuelta la mirada, vacía y sin brillo, al suelo.

Cuando se perdió de vista, suspiré y mire al cielo, que empezaba a clarear. Y me pregunté, una vez mas, porqué había acudido, puntual, a mi cita, sin pretenderlo. Ni desearlo. Por qué, como si fuera una revisión de rutina, me sometía a aquel escrutinio que me disgustaba, dejándome marcas en el corazón. Por qué no me daba la vuelta, simplemente, y me marchaba a otro lado. O avanzaba hacia él y le rompía la cara.

viernes, 10 de agosto de 2012

APRENDER DE LOS ERRORES

Por muchos libros que leas, por muchas teorías que aprendas, por muchos proyectos que hagas, al final hay que ponerse a la tarea y...equivocarse. Algo para lo que no estamos preparados, algo que nos da mucho mas miedo, a veces, ("por no meter la pata...") que sufrir, por ejemplo, un accidente ("si tiene que pasar, pasará").

Hay que tirarse al río. Hay que fallar. Hay que tomarlo como un juego; siempre se puede empezar otra vez.

Y hay que analizar los errores que se cometan, aprendiendo de ellos. Y llevarlo con una sonrisa. Todo acabará por mejorar. 

jueves, 9 de agosto de 2012

ESPÍRITU OLÍMPICO





Unas imágenes que valen mas que mil palabras. El "fair play" todavía está de moda, aunque tantas veces parezca lo contrario.

martes, 7 de agosto de 2012

DOS MIRADAS


A menudo escapamos de la realidad fantaseando, imaginando, soñando despiertos. Ejercicio a veces de visualización de un objetivo, de una ambición, otras anhelo profundo y secreto inconfesable, y bastante a menudo simplemente una suerte de escapismo, una travesura mental, una entrada sin pagar en mundos que nos están vedados.

Así a veces soñamos despiertos con una vida aventurera, con una novia o unas queridas, con un título olímpico o un premio Nóbel. Con hacer daño a alguien a quien no podemos aguantar, o hacer bien a quien mas queremos, esperando su reconocimiento.

Estos sueños son, o suelen ser, en primera persona. En arcade, en jerga de videojuego. Siendo los soñadores los protagonistas, viendo con nuestros ojos el resultado de nuestras acciones. Sintiendo, deseando, tocando, oyendo nuestra voz pero sin ver nuestra boca.

Otras veces los vemos en formato película. Vemos lo que verían los demás. Nos salimos de nuestro cuerpo y nos metemos dentro de la piel del resto de protagonistas, y nos observamos. Quizá con temor, o admiración. Quizá con respeto.

Dos miradas, dos maneras de imaginar; una, orientada al objetivo. Otra, orientada al impacto en los demás. Objetivo e impacto. ¿Deseos contrapuestos? ¿Imposibles a la vez? ¿Cuáles son nuestros verdaderos deseos? ¿Nos sale gratis soñar, según imaginemos de una manera o de otra?

lunes, 6 de agosto de 2012

¿MUDANZA?



Dice gente que me aprecia, precisamente me lo acaban de comentar hoy, que cualquier día me voy a vivir a la costa. Luego pensé en ello; llevo un mes yendo allí en cuanto puedo. A la playa, o a salir. Y también a dar un paseo y tomarme algo. Acompañado, o solo. Un mes en el que evito todos los rincones queridos de mi ciudad, todos los sitios en los que me gusta estar, donde siento que tengo los pies bien anclados en la tierra.

Yo soy un enamorado del sitio donde nací. ¿Qué me puede llevar lejos de allí?

Sin duda, fuera hay ciudad, paisaje y paisanaje. Pero lo que no hay son recuerdos. Ninguno de sus lugares, de sus rincones, tiene más sabor que la novedad, el descubrimiento de gente nueva, lugares no conocidos, costumbres nunca probadas. Allí no cargo con el peso de la memoria, de esta maldita memoria tan buena y tantos sentimientos grabados a fuego.

Mis pasos empiezan a llevarme lejos de lo que quiero. Me empiezo a alejar de todo lo que un día me hizo sentir seguro, y feliz. Y sin pretenderlo. Mi cuerpo y mi mente empiezan a revolverse, a escapar. Me siento agotado, tengo sed de olvido, mi cabeza es un erial, todos los días hay que regar. Y me canso.

sábado, 4 de agosto de 2012

WOJDAN, LA JUDOKA SAUDI

Me hubiera gustado que Wojdan Shahrani hubiera llegado a los juegos simplemente a competir. Con nivel o sin nivel para ello. Qué el aplauso con el que fue recibida hubiese sido consecuencia de una lucha real por dedicarte a algo que te gusta y pelear por el sueño olímpico. Y que después se le hubiera valorado, al margen de la capacidad deportiva, la voluntad para romper barreras que parecen infranqueables. 

Pero no pasó nada de eso; el viernes fuimos testigos de una pantomima orquestada por el COI y una de esas teocracias infumables de Oriente Medio, que son tan pobres (en todo) que solo tienen dinero: "¿Queréis igualdad? Vale. ¿Queréis mujeres en los Juegos? Tomad una o dos, total, nos sobran, pero que no hablen, que vayan con un pastor que las lleve al establo y que no enseñen ni un trozo de piel ni pelo, que nos provocan. Porque son muy malas. Ya lo dijo el Profeta. Así que las reglas las ponemos nosotros."

Y fueron a escoger el Judo para pasarse las reglas por el arco de la mezquita; un deporte donde todo está reglamentado para promover la igualdad entre los contendientes y donde se nos enseña de pequeños a respetar al rival. Sea como sea este.

Y la pobre cría, sin decir una palabra; para eso están su padre, su entrenador, su ministro y sus señores padres y parientes. La portorriqueña, solo saliendo a pelear, mostró mas respeto por ella que ella misma. Y no lo sabe la pobre.

Si el COI quiere promover la igualdad, que gestione la absolución de esas mujeres saudíes que son condenadas por llevar vaqueros o conducir, y luego, que les ponga un judogui y las lleve a competir. Seguro que lo hacían mejor que Wojdan; estarían menos preocupadas de lo que dijeran los adultos de su clan.

jueves, 26 de julio de 2012

INGRESOS CON IMAGINACION


El Gobierno está desesperado y cogido por las pelotas. La “irracionalidad de los mercados” (Luis De Guindos dixit) está llevando a la histeria a los sesudos economistas que nos gobiernan (bueno, que actúan como directores de sucursal). Así que nos anuncian cada vez más “reformas estructurales de calado”, o sea, nuevos recortes brutales en el gasto público, y “nuevas políticas de consolidación fiscal”, es decir, nuevos impuestos sobre los sufridos currantes (o no). Como parece que no tienen más ideas, voy a intentar echarles una mano con alguna propuesta interesante; os animo a que deis vuestra opinión y añadáis las que consideréis oportunas.

¿Qué os parece legalizar la prostitución? Leí en un artículo (tenéis en Internet un montón de información sobre la materia, y también entradas en blogs) que la prostitución mueve cincuenta millones de euros al día en España. Supongamos que gravamos estas actividades con un cuatro por ciento de IVA (artículo de primera necesidad): salen dos millones de euros al día sólo en IVA. Setecientos treinta millones de euros al año. Sin contar IRPF, Impuesto de Sociedades, cotizaciones a la Seguridad Social…A Montoro se le saldrían los ojos de las cuencas. Por supuesto, la legislación debería dejar todo debidamente regulado y controlado, evitando la explotación de personas, el trabajo de menores y el descontrol sanitario.

Atenta contra la dignidad de las personas, dirán nuestros gobernantes. Quizá. Pero últimamente la dignidad es muy relativa; en la Comunidad de Madrid se recibe como si fuera un faraón a un oscuro empresario estadounidense que quiere construir un gigantesco casino, pasándose por el forro de las espuelas la Ley del Suelo, la Ley Antitabaco, el Estatuto de los Trabajadores y las Ordenanzas Municipales. Y encima sólo pone el treinta por ciento de la pasta, el resto lo ponen las Administraciones (nosotros). Vamos, que si hace falta le regalamos el Museo del Prado, o la Catedral de la Almudena. Y Cataluña también le corteja, y Valencia. Creará puestos de trabajo, ho. A precio puta…

Esto me da otra idea; para hacer una casa de juego, o una sala de fiestas, o un antro para fumar, los españoles nos sobramos: ¿Por qué no cogemos las gigantescas instalaciones que se construyeron por ahí, en plan megalómano, y las utilizamos para ello? Las terminales de los Aeropuertos de Castellón y Ciudad Real podían habilitarse como salas de juego y discotecas, gestionadas por una filial de AENA que luego podría venderse al mejor postor, y las pistas podían ofrecerse para conciertos y botellones, o como macro zonas de fumadores donde se podría concentrar la vida nocturna de la zona. Algún centro cultural de por ahí estaría muy chulo como zona de copas ultramoderna. Total, para lo otro no va nadie. Ingresos a punta pala oye, y aprovechando el material. Y no habría problema de accesos, que ya están construidos, y seguro que llegarían montones de turistas. La Policía y Guardia Civil liberada de las redadas de juego y prostitución pasaría a controlar a los salvajes que vienen a España a emborracharse, y aquí paz y después gloria.

Bueno, quedo aquí que ya me salió un buen tocho. Pero podían tomar nota nuestros dirigentes. Si algo sabemos aquí, es ir de juerga y de faldas. Además, ¿quién sabe? Quizá algún hijo o alguna madre de alguno pudiera obtener así la debida cobertura social y sanitaria.

Aprovechemos nuestro potencial, hermanos. Be water.

jueves, 19 de julio de 2012

EL ESPECTÁCULO ACABA DE EMPEZAR


¡Señoras y señores, grandes y pequeños, niños y niñas! ¡Con todos ustedes, en exclusiva para El Gran Circo - Putiferio del Sol Mediterráneo Norte, el mago de la dialéctica, el derviche de las palabras, el malabarista de las frases, el intercambiador de conceptos! ¡No quitamos pagas, señores, las congelamos! ¡No las empaquetamos en un plan de pensiones negativo, las reintegramos! ¡2015 no está lejano, está al lado! ¿Qué no hay dinero? ¡Ni de coña! ¡A los empleados públicos no se les baja el sueldo!

Así que aprovechen porque: ¡serán cuatro únicos años de sesiones de media mañana y media tarde, para mejor recuperación, antes de marchar de gira para algún Consejo Consultivo, Diputación o Consejo de Administración!

¡Entradas al módico precio del 5% del PIB en tres años y platea solamente por unl 21% extra sobre el importe original!

martes, 17 de julio de 2012

¿ESPÍRITU DEL 11-J?


Un infausto día de miércoles, llegó el Gobierno, sacó la tijera y recortó. Y armó tanto ruido con el tijeretazo que un montón de gente despertó de golpe, y se encontró con que la habían estafado una vez mas; de nuevo todo el peso de la crisis caía sobre las personas de a pie, las que tienen nómina, las que pagan la luz y el agua, las que tienen hipotecas. Y, desde luego, sobre los empleados públicos. Recurso fácil y rápido, y dinero en efectivo. Confiaban sin duda nuestros “gestores”, para que las medidas tuvieran una acogida silenciosa y resignada, en la tradicional apatía del español medio y sobre todo en el desapego de los trabajadores de las Administraciones hacia la sindicación y la protesta; un colectivo atomizado y acomodado, que no vota en las elecciones sindicales y es indiferente a la lucha de los de “la privada”.

Pero los empleados públicos, por una vez, miraron alrededor. Y resulta que se dieron cuenta de que son muchos,  que están muy cerca unos de otros, y que son todos la misma carne de cañón, da igual derechas que izquierdas, ayudante operario que jefe de servicio, interino que de carrera, laboral que funcionario; desprestigiados primero ante el resto de los trabajadores y parados de este país, que padecen una situación cada vez mas desesperada, y luego exprimidos como limones, en busca de dinero fácil para entregárselo a la troika europea. Porque primero es una paga, luego vendrá la otra, y luego los complementos, los vampiros nunca se cansan cuando huelen la sangre, la de los demás.

Y gracias a Internet fue muy fácil lanzar una convocatoria. Y no faltó gente ingeniosa para diseñar una protesta eficaz y barata. Y todos salieron a la calle vestidos de negro, a que se les viera, a protestar pacíficamente contra el recorte de sus DERECHOS (no PRIVILEGIOS) económicos, sociales y laborales. Y todos, policías, militares, médicos, maestros, Administración General, Justicia… tuvieron, durante media hora, conciencia de que tienen fuerza.


Yo soy uno de ellos, de los de a pie, y me gustó lo que vi. Pero la realidad es terca. Ahora que esto acaba de empezar, tendremos que ser inteligentes para saber administrarlo. Actuar con mucha prudencia, ser muy cuidadosos en las reivindicaciones para no enfrentar a colectivos tan dispares, tener tacto en las críticas a jefes y sindicatos, y ser muy respetuosos con otras formas legítimas de actuar que sin duda existen, será básico para que esto tome fuerza. Y hay que ganarse a la gente. Si no nos ganamos a la gente no vamos a ser nadie. A la gente a la que prestamos los servicios públicos, garantizados por ley. Difícil. Todo esto requiere aguante y paciencia, y en una situación muy dura para nosotros y nuestras familias. “Ellos”, los malos, tienen la sartén por el mango, y van a esperar a que nos cansemos, o a que se cansen de nosotros. Espero que esté en nuestra mano el conseguir lo contrario.

lunes, 16 de julio de 2012

COMPETITIVIDAD


Hay quién dice que los empleados públicos tenemos un problema de competitividad. Quizá sea cierto. No se buscan clientes puerta a puerta, ni se hacen campañas de publicidad agresivas. No se hacen treses por doses ni doses por unos. No hay rebajas ni días especiales, ni se hacen campañas de publicidad con atractivos ganchos y modelos. No se ve a ningún médico haciendo tropezar a la gente a la puerta de Urgencias, a ver si se caen y rompen algo, ni policías solicitando a la gente que pierdan algo, o incitando a las parejas a que se agredan mutuamente; tampoco hay por la calle funcionarios ofreciendo licencias de caza, ni cédulas de habitabilidad.



Los que si son competitivos de cojones son los políticos, oye, se nota que necesitan hacerse valer para conservar su poltrona. Crean los problemas, o los agravan, echan la culpa a otros, se quedan con los beneficios que pueda haber y luego, con el deber cumplido, pasan a la reserva, mal llamada oposición, y están cuatro años preparando nuevas gilipolleces para engatusarnos, denominadas programa electoral. Qué no se correspondan con la vida real, con la realidad económica y con las necesidades del pueblo, no importa.

Se trata, en fin, de conservar cuota de mercado, y, por mi madre, que la saben conservar. Es que mires donde mires no ves un producto distinto.

CULTO AL SOL



Y llegó el verano. Por fin, después de dos semanas de mirar al cielo, llamando al sol a voces, podemos disfrutar de unos días despejados, de luz en las calles y en los parques, de calor en la piel. Adiós paraguas y chaquetas de abrigo; adiós calzado de agua y pantalones oscuros. Fuera manga larga y pañuelos, ¡de una vez!

Podremos sentir el tacto del Astro Rey, radiante en la cara, y la caricia del viento en los hombros y los brazos desnudos. Nuestra piel cogerá color, y contrastará el tostado con el blanco de nuestra ropa, y el brillo de nuestros ojos. Iremos a bañarnos, al mar o al río, y el agua fría reactivará nuestro organismo afinando nuestros sentidos y nuestra sensibilidad.

Comeremos mas ligero, y mas sano, y nos moveremos mas, estando mas relajados. Nuestros niños retozarán en los parques y las playas, y estarán mas cansados y mucho mas contentos. La bebida nos sentará mejor y la disfrutaremos más. Tocaremos a nuestras parejas, y ellas se dejarán tocar y les gustará.

Y tendremos una sonrisa en la cara más a menudo, o la estrenaremos por fin después de dos semanas entre indiferencia gris o desesperación negra. Y prestará. Y muchas de estas cosas todavía son gratis. Y podemos acompañarlas de condimento barato: un libro, un bocata, una pelota hinchable. Así que las disfrutaremos con mas ganas.

Que razón tenían los antiguos cuando al Sol le daban el rango superior en el panteón de sus Dioses. Destructor e implacable, pero también purificador y fuente de vida. Lo tendremos durante cinco mil millones de años mas; gozémoslo.

viernes, 13 de julio de 2012

CARTA ABIERTA A ANDREA FABRA



Buenos días, Andrea, diputada, política, no te extrañes por que entre directamente en materia; ya sabes que estás en el candelero desde ayer, y no hace falta ninguna introducción ni explicación. También vas a aguantar que te tutee, porque eres tú la que ha empezado a hablar en un tono de “confianza”, y en confianza me dirijo a ti. Uno recoge lo que siembra, dicen, aunque sea solo de vez en cuando, y en dosis pequeñas.

No voy a darte explicaciones de quién soy yo, básicamente porque no te importa, como no te importa la suerte de ninguno de tus conciudadanos de a pie. Seguramente tienes muy claro que hay una distancia muy grande entre vosotros los diputados (los trescientos cincuenta) y la gente que con sus votos os ha elegido, y la que, sin haberos votado, os aguanta resignados, y no merece la pena interesarse por ellos.

No quería ponerte ningún calificativo, porque soy una persona comprensiva. Entiendo que perteneciendo a una familia con tantos miembros destinados a la alta representación del pueblo, y con tantísima suerte en los juegos de azar, el estatus elevado, el dinero en abundancia y la vida solucionada, no necesariamente fácil, estén a tu alcance desde que naciste. Eso te permite ignorar realidades muy dolorosas, como dice tu Presidente. Me alegro por ello.

No tienes la culpa seguro de no saber que hay parados que no llevan seis meses, sino seis años buscando trabajo; que mucha gente ya no puede ni ir a dar una vuelta al centro comercial, por como está la gasolina, que los vestidos de sus hijas se convierten en minivestidos dos temporadas después, que se paran delante de la puerta del bar a charlar, sin entrar, porque ya no hay ni para un café (ese café cuyo precio afeasteis tantas veces al anterior Presidente), que el chopped vuelve a ser el rey de las meriendas, y que los sufridos abuelos, que cobran la pensión, ponen cada vez mas platos en las mesas, al tiempo que van a distraer algún Gelocatil gratis a la Seguridad Social, para las migrañas de los hijos, que las tienen por no dormir de preocupación.

Como no sabes, y, además, no sales demasiado en los focos, te dejaste llevar, y arrastrada por tu entusiasmo, pues gritaste un poquitín de mas. Y seguro que tanta repercusión no esperada, ni deseada, es demasiado para ti, para tus nervios, y para tu humor. Seguro que tu familia y amigos te ven afectada por una situación tan triste, y están atribulados por verte, sin duda, baja de ánimo, y arrepentida de haber descubierto tus verdaderos sentimientos hacia el pueblo español, hacia tus representados.

Así que quiero que sepas que te perdono. De verdad. Por ignorante, por clasista, por precipitada y por malhablada. Te perdono de corazón. También aprovecho para enviarte otro mensaje; es de un amigo mío, Tino, cuarenta y dos años, ferrallista parado desde hace tres, separado y con una hija, que me dijo que como yo tengo carrera y escribo mejor que él, te ponga unas líneas en su nombre. Como es un poco cheli (“de barrio” que diríais vosotros) voy a intentar hacerlo como lo haría él:

“Diputada, me han sentao muy malamente las palabras largó por esa boquita el otro día. Llevo todo el día con una mala leche que me pone una cosa en el estómago que me hace tener unas ganas de bronca que no veas. Pasa que claro, usted lleva a la pasma pegada al culo y coche con chófer, así que no puedo arrimarme y decirle cuatro verdades. Pero tenga cuidao, que a lo mejor el madero que cuida de su sombra tiene a la parienta, o al padre, o a los hijos, al paro, o regulaos o como se diga eso, y encima carga con una paga extra menos, así que a lo mejor, si alguien se le acerca, y no para darle los buenos días, no digo yo que no haga nada, que el currante siempre procura ser cumplidor, pero igual llega un segundito tarde, y usted, diputada, recibe la primera hostia, mas rápido que deprisa. Avisada queda.

Así que nada, adiós. Y que la folle un pez espada”


jueves, 12 de julio de 2012

EJPAÑA ES ASÍN

Pues si, señores, así es el país en el que vivimos. Un sitio de opereta donde se valora mas al defraudador que al consumidor, donde se escucha mas al terrorista que te mata que al policía que le detiene, donde se suprimen los incentivos a contratar y se aumentan los beneficios de despedir, donde un político tiene mas lealtad al partido que le pone en el sillón que al pueblo que le elige, donde es mas fácil ir a la cárcel por no poder pagar la hipoteca que por hundir un banco con miles de hipotecados. 

Donde una folklórica o un torero siempre tendrán el beneficio de la duda, pero uno de a pie conseguirá justicia preventiva. Donde un ingeniero, un médico o un maestro nunca tendrán el prestigio social de un constructor, y donde un empleado público por oposición siempre será mas cuestionado y denigrado que un analfabeto que consiga una recalificación de un solar gracias a un amigo concejal. 

Donde después de leer todos los periódicos no consigues extraer una verdad mas o menos completa, donde ninguna mentira implica responsabilidad; donde nadie cesa ni dimite. Con empresarios piratas que te despiden si haces huelga y sindicatos mafiosos que te impiden trabajar. 

El Reino del B para los grandes negocios, y del consumo a crédito y con precios desorbitados. De los precios europeos y los sueldos africanos. De la ostentación de la corrupción y la impunidad. Del peloteo como forma de vida. De la individualización de los beneficios, previa crítica y burla al que no los obtiene, y la socialización de las pérdidas, previa crítica feroz al que las tiene que soportar. 

En fin, somos asina; que nos aproveche.