miércoles, 3 de abril de 2013

LUCES DE NEÓN


El ¿Gobierno? de España ha subido los impuestos a los que los pagan, amnistiado a los que defraudan, creado una reforma laboral que no tiene como objetivo crear empleo, rescatado los bancos mal gestionados, blindado a los directivos (y políticos) que los gestionaron mal, criminalizado a los trabajadores públicos, y a los parados que no consiguen encontrar trabajo, porque la reforma laboral no tiene como objetivo crear empleo, así que hay que subir los impuestos a los que los pagan, para amnistiar a los que defraudan, para recaudar más para rescatar a los bancos…

Parece un bucle maligno, pero no lo es. Son ajustes dolorosos y necesarios, realizados por el ¿Gobierno? en contra de su voluntad, para devolvernos a nuestro sitio. Porque esta crisis, y sus ajustes correspondientes tienen un componente moral muy claro: hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Pero gracias a las reformas ya vemos la luz al final del túnel, así que, españoles gastizos, zánganos e inconscientes, ¡os merecéis un premio!

Eso si, se acabaron las ventajas al endeudamiento irresponsable; en la declaración de la Renta de 2013 ya no se podrá deducir por la adquisición de una vivienda, ¡una casa para vivir es un capricho innecesario en esta época de incertidumbre! ¡Demasiado crédito, demasiado gasto, demasiado lujo!

Pero como os decía, los emprendedores, los que arriesguen, los que se dejen la mitad del sueldo en la ruleta, tendrán derecho a deducciones; las pérdidas en juegos se podrán desgravar en la declaración. Así que un currante que se quiera gastar parte de su salario en algo productivo, deberá ir al casino más cercano; sólo entrando allí reportará buenos ingresos a las arcas públicas en tasas de juego. Si gana, reinvertirá, ¡podrá hacerse millonario! y, si pierde…¡igual deduce un 15%! ¡Y encima se lo pasa bien!

Supongo que alguno de los miembros del ¿Gobierno? soñará (igual en variante húmeda) con un futuro en el que los trabajadores de Las Vegas Sands, después de cobrar su magro salario en fichas de juego, salgan de la oficina para gastarlas en el Black-jack situado en el mismo edificio. Después, cuando canjeen en caja las fichas que les queden (con una comisión de retorno de, digamos, el 109%) podrán exigir su correspondiente certificado para adjuntar a la declaración de impuestos. Y por un 5% más, un vale de descuento en la hamburguesería del complejo. Luz al final del túnel, señores. Luces de neón.