viernes, 22 de junio de 2012

POSTAL DESDE LA CRISTALERA

Los vi ayer por la tarde, por la cristalera de la oficina, saliendo al terminar la jornada. Eran dos críos, niño y niña jugando con un papel y un palo, tirados en el suelo, en medio de la plaza de Eduardo Gota Losada; un enorme espacio vacío de color gris (no pasaba nadie por allí) y aquellos dos tan felices, meneando los pies en el aire, mientras agitaban palo y papel imitando quizá una batalla en el espacio, o un abordaje pirata; a lo mejor el poli ya había pillado al caco y estaba detenido.

No se veía a nadie que los controlara; seguramente lo habría. Igual había un padre o una madre al otro lado de la cristalera de la cafetería que hay al lado de la plaza, mirando igual que yo. Y posiblemente con la misma sensación: entre tanto gris, tanto espacio frío, tanto vacío, llegan dos críos y se ponen a jugar y sientes...calidez. Dejas de verlo todo feo. Piensas que dentro de unos años las cosas buenas podrán repetirse; ellos se ocuparán de que se repitan, porque las han vivido. Y todo pensado mirando una simple postal.

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