La
Guardia Civil cazó a un tío que había vestido y puesto peluca a un maniquí para
poder circular por un carril reservado a vehículos con varios ocupantes. Vaya
cara que debió de poner el picoleto. Y
el otro va y dice, seguro que con
perfecta compostura y una sonrisa cómplice en la cara: “me habéis pillado”. Jejeje. La verdad,
que en España somos la leche. Que no hay ingenio como el nuestro…Si se trata de
pagar menos (o no pagar) o de coger ventaja. Es tremendo como en un país en el
que se investiga poco, se patenta menos y se emprende mucho menos que en los
demás de su entorno tenemos un ingenio terrible para saltarnos cualquier norma
o procedimiento que se nos ponga por delante.
¿Os
acordáis de la subvención de 210 euros que se daba como ayuda al alquiler
joven? ¿Cuántos arrendadores subieron el precio del alquiler exactamente 210
euros? ¿Y lo de alquilar el piso al hijo de un amigo, y viceversa, para cobrar
la subvención? ¿Y la venta de puntos de
tráfico por parte de los jubilados que no tienen ni coche? Está también en
“pole position”. La cantidad de padres
octogenarios (y madres) que empezaron a circular con los coches de los hijos...
También
es muy buena la de los certificados de empadronamiento para conseguir
determinados colegios, cono nenos que, en cuanto cumplen dos años se van a
vivir con tíos, yayos, bisabuelos o perfectos desconocidos. Por no hablar
de las declaraciones de hacienda de
determinados colectivos para conseguir una vivienda protegida, una ayuda para
reformas, o siquiera una beca de comedor o de libros del cole (¡gente que luego
te aparece conduciendo un Mercedes todoterreno!). ¿Y las bajas? ¡Qué hay peña
que se corta un dedo con un hacha!
Lo
dicho, somos terribles. Tan buenos y tan capaces como cualquiera, y además, con
un punto genial y creativo que ya quisieran los yanquis o los chinos. Pero,
¡ay!, lo usamos para cada cosa…
En
fin, por lo menos nos divertimos, eso si, con toneladas de humor…del negro.
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