martes, 7 de agosto de 2012

DOS MIRADAS


A menudo escapamos de la realidad fantaseando, imaginando, soñando despiertos. Ejercicio a veces de visualización de un objetivo, de una ambición, otras anhelo profundo y secreto inconfesable, y bastante a menudo simplemente una suerte de escapismo, una travesura mental, una entrada sin pagar en mundos que nos están vedados.

Así a veces soñamos despiertos con una vida aventurera, con una novia o unas queridas, con un título olímpico o un premio Nóbel. Con hacer daño a alguien a quien no podemos aguantar, o hacer bien a quien mas queremos, esperando su reconocimiento.

Estos sueños son, o suelen ser, en primera persona. En arcade, en jerga de videojuego. Siendo los soñadores los protagonistas, viendo con nuestros ojos el resultado de nuestras acciones. Sintiendo, deseando, tocando, oyendo nuestra voz pero sin ver nuestra boca.

Otras veces los vemos en formato película. Vemos lo que verían los demás. Nos salimos de nuestro cuerpo y nos metemos dentro de la piel del resto de protagonistas, y nos observamos. Quizá con temor, o admiración. Quizá con respeto.

Dos miradas, dos maneras de imaginar; una, orientada al objetivo. Otra, orientada al impacto en los demás. Objetivo e impacto. ¿Deseos contrapuestos? ¿Imposibles a la vez? ¿Cuáles son nuestros verdaderos deseos? ¿Nos sale gratis soñar, según imaginemos de una manera o de otra?

No hay comentarios:

Publicar un comentario